domingo, 27 de marzo de 2011

7- TESTIMONIOS PERSONALES DE LOS ALUMNOS.

Helen Mercedes Yifru Shombert

¿Por qué centrarnos únicamente en los famosos escritores o cantantes, en casos que casi todos conocemos, si nuestras propias vidas son caminos de ida y vuelta? Además de explayarse contando la biografía de Rubén Darío, podemos contar nuestras vivencias, que son más actuales y las tenemos contadas de primera mano; en cada esquina de Madrid, allí donde haya un latino, habrá una historia de “ida y vuelta”.
Durante la guerra civil española, un hombre nacido en                             huyó a Cuba en busca de una vida mejor. Allí conoció a una joven cubana con la que formó una familia. Ese español y la caribeña son mis bisabuelos, ya fallecidos.
Mi madre conoció  a mi padre (de origen Etiope) en Santiago de Cuba; por distintas razones él tuvo que viajar para, al igual que mi bisabuelo, encontrar una mejor vida. Tras años de viaje por todo el mundo, casualmente, esa estabilidad que buscaba mi padre, la encontró en Madrid, donde se instaló y realizó el papeleo necesario para traernos a mi madre y a mí junto a él. Finalmente, tras seis años pudo conocerme, ya que cuando se marchó de Cuba, mi madre estaba embarazada de apenas tres meses.
Así pues, la historia se repitió, solo que a la inversa. Hace ocho años nació mi hermano pequeño en el hospital Juan Carlos, mi familia ya está acomodada aquí, pero aún así, yo no consigo adaptarme del todo. Extraño al resto de mi familia y siento mucha añoranza por las costumbres y la forma de ser de mi gente, por eso cada vez que puedo, voy a mi país.
Mi vida es realmente un camino de ida y vuelta, mezcla de aquí y allá, una mezcla de la que me siento muy orgullosa
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Rodrigo Quiroga Chavez

Mi historia se remonta hace 6 años. Todo comenzó con la brutal crisis económica surgida en Argentina en el 2001 conocida coloquialmente como “El Corralito”. Pese a esto, nuestra familia vivía bastante bien, pero afortunadamente mis padres no se conformaban con eso: decidieron asegurarnos un futuro mejor aunque ello conllevase un duro cambio. Posteriormente mi madre se fue a España porque le habían comentado que allí se vivía mejor, eso fue exactamente en el 2004. Ella fue la primera en sufrir los estragos de la emigración, y su recíproca: la inmigración. Trabajó duramente durante un año ahorrando lo máximo para poder, con ese dinero, traer a mi padre, a mi hermana y a mí. Al principio creí que esa corta travesía se trataba de una simple ruta turística por Europa, pese a haber sido informado con antelación de que la travesía iba a ser mucho más larga (quizás eso fue así porque no quería creerme que fuésemos a dejar todo y empezar una vida nueva). Los primeros meses que estuve aquí me resultaron bastante confusos, pues éramos extraños en una tierra que no “nos pertenecía”. Con el paso del tiempo me fui moldeando conforme  la cultura hispana se me introducía inevitablemente (en gran medida ello se vio favorecido por la lengua en común), sin embargo he sabido cribar aquellos aspectos que no me resultan adecuados y los que sí. Soy el producto de una mezcla entre dos culturas transoceánicas distintas en parte, sin embargo, creo que mi formación como persona se ha llevado a cabo en gran medida aquí y cada segundo que estoy aquí la cultura hispana va adquiriendo mayor fuerza que la argentina. En ocasiones me preguntó cómo habría sido mi vida si aquella iniciativa que cambió mi vida nunca se hubiera efectuado, y cada vez que hallo una respuesta, ninguna es que habría sido mejor.

Mayra Escobar Barreno

Yo una chica de 19 años, nacida en Ecuador y once de ellos vividos en España, puedo contar muchas diferencias entre ambos países, pero no es mi intención.
Cuando tenía 5 años, recibí la noticia de que mi madre viajaba a España en busca de un futuro mejor, yo no me lo creía era un rumor más, hasta la noche que mi madre se despidió de mí y yo no pude parar de llorar.
Tres meses más tarde, mi abuela me dijo que también viajaba a España ya que la economía de Ecuador era cada vez peor, no me lo podía creer, mi abuela había sido la persona la cual me había criado desde que yo había nacido, yo me preguntaba ¿dónde iba a vivir y con quién? esa persona fue mi tía y mi primo, la idea de que mi abuela viajara no me gustaba pero el quedarme con mi tía fue la mejor idea que tuvieron.
Mi tía me trataba como su hija, ella llenó  el vacío que mi madre y mi abuela habían dejado, con el tiempo el resto de mi familia también viajo a España, tan solo quedábamos mi tía, mi primo y yo en Ecuador. Un buen día mi madre llegó a Ecuador, y me dio a elegir entre quedarme en Ecuador y comprarme una casa o llevarme a vivir a España, mi decisión no fue difícil y ante todo quería viajar y volver a ver a mi familia que llevaba años sin verlos aunque en Ecuador se quedaban mi tía y mi primo, pero mi ilusión fue tal que ellos se pusieron tan contentos al enterarse que yo también partía a España.
Una vez aquí, Madrid no me gusto hacía frio, llovía y era todo muy distinto para mí, pero lo que menos me gustó fue que mi madre no vivía en mi casa sino que trabajaba de interna y yo tenía que vivir con mi abuela y verla únicamente los fines de semana, no lo entendía pero me tocó aguantarme.
Empecé el colegio, mis compañeros me aceptaron muy bien, nunca he sentido ningún tipo de rechazo de mis compañeros, todo lo contrario me han querido mucho.
Pocos años después viajaron finalmente mi tía y mi primo, la alegría fue enorme, ya que por fin estábamos todos juntos.
Según me iba haciendo más mayor me di cuenta el esfuerzo que habían hecho mi familia y mi madre para llegar a este país, comprendí que tenía que aprovechar eso y buscar un futuro para mí.
Mi mama tenía un marido, mi padrastro, un señor español que ha sido la persona que me ha apoyado siempre, que me ha tratado  como una hija y que me inculcó que lo que yo iba a ser en mi vida sería lo que yo estudiara, me enseño una educación perfecta y me enseño que en la vida se iba con la verdad por delante, ahora solo puedo decir que esa persona es un verdadero padre para mí y gracias a él sigo estudiando.
Ahora solo puedo decir que no olvido mis raíces, salgo de fiesta a discotecas latinas aunque también tengo muchos amigos españoles y ahora en mi futuro lo veo en España, ya que mi familia está aquí y también porque sé que aquí tengo un mayor futuro que en Ecuador.
En un par de meses volveré a Ecuador de vacaciones, la verdad tengo mucha ilusión, volveré a ver el barrio donde nací, mi cuidad, mi colegio y muchas cosas más que apenas recuerdo.
Este es mi ida y vuelta y aunque en España viva bien y este acostumbrada a vivir aquí y tenga la nacionalidad española solo sé que me siento latina y siempre estaré orgullosa de ser ecuatoriana.

J. Javier Medina Salas

Mi nombre es Xavier y pienso que mi vida es un camino  de ida y vuelta porque nací en Ecuador y vivo en España. He vivido 8 años en mi país natal y unos 9 años aquí. Mi plan es quedarme, pero, por supuesto, viajaré y visitaré mi país.
El primero en viajar fue mi padre, quería un trabajo mejor, ganar más dinero, porque su sueño era tener una casa y vivir mejor, con mayor calidad de vida. Se encontró solo unos seis meses, y posteriormente mi madre también vino para estar con él y apoyarse mutuamente como una pareja. Yo me quedé con mis abuelas, que me cuidaron junto con mis tíos, primos y demás.
No entendía porque se querían ir, no vivíamos mal y no me hacía a la idea de tener que dejar todos los recuerdos de una vida. Estuve un año sin mis padres, fueron momentos difíciles y más a esa edad, tenía sólo 6 años, pero lo llevé bastante bien gracias a mi familia, tengo mucha suerte de tenerlos, siempre me ayudaron en todo, mis primos, mis tíos y sobre todo mis abuelas. Les tengo un gran cariño, siempre me tenían en cuenta y  nunca me dejaron solo.
Recuerdo que un año después de su partida, mi padre regresó para llevarme a España.  A mí, me llenó de alegría, tenía ganas de estar con ellos, pero por otra parte, fue difícil despedirme de la familia, me querían muchísimo, me consideraban un hijo más.
Me adapaté enseguida al nuevo estilo de vida aunque, considero, que el estilo de allí y el de aquí son muy diferentes. La comida, la siesta y las palabras como tío, tronco, chaval... me encantaron, se hicieron indispensables en mí.
Mi vida aquí es genial, tengo verdaderos amigos, aquí nació ni hermana María, tengo familia, tíos y primos con los que nos reunimos para hacer comidas y pasar el rato. Me considero una persona muy familiar y me gusta estar con ellos.
Tengo pensado viajar a mi país este verano, para visitar a mi familia y divertirme con ellos.
Finalmente, mi padre pudo cumplir su sueño, tiene su casa allí y dentro de poco se marchará, pero yo no, me gusta este lugar y quiero terminar mis estudios.


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